Una nueva tarde en el campo de césped natural, pero no era una tarde normal. En las botas de los futbolistas locales estaba el desenlace de una victoria para dedicarle el ánimo y el cariño de todos ellos a su amigo, Manuel Chavero. Los juveniles se enfrentaban a Monesterio, con las ganas de meter goles y dedicarlos a nuestro paisano, recién operado y como no, un gran futbolista y futbolero.
El Partido comenzó con un riña de balón en el centro del campo, los equipos no se atrevían a llegar con claridad a puerta, solo una ocasión para el 9 local y una más para los visitantes. El partido se decidía en el centro del campo, y ahí surgió el primer gol del encuentro, en un despiste del centro del campo de la Ribereña, un jugador de Monesterio aprovechó para lanzar un zapatazo mortal desde bastante lejos para quedar helado al portero local. Los del sur de Badajoz ponían el 0-1 en el marcador. Parecía que el ánimo faltaba en las filas locales, hasta que en una acción fortuita dentro del área y de dificil complejidad el 9 local, David, se sacó un disparó que acabó en la red visitante.
Con el empate en el marcador, los locales jugaron con más paciencia y toque, lo que le llevó al partido a decantarse más por estos, y llegar con muchas más claridad a puerta que los visitantes. En la segunda parte en una acción fea en el área rival, el árbitro pitó penalty a favor de los nuestros. No dudó en lanzarlo el 8, Samuel, rompiendo la pelota contra las mallas, al alegría resoplaba en la gradas, mientras éste se levantaba la elástica para mostrar un mensaje de ánimo para su amigo Manuel.
Y parar rematar la faena y casi al final del encuentro, el 7 puso el definitivo 3-1, también dedicándole el gol a Chavero.
Un triunfo que asienta el poderío de este equipo en casa, y una celebración especial portando una gran pancarta que rezaba: Ánimo Chavero. Sin duda estos chavales han sabido jugar con el corazón y demostrar sobre el campo que el fútbol es una forma de vivir y de pensar. Chavero muy pronto te tendremos por los terrenos de juego demostrando tu valía.
